Líderes positivos. Son capaces de liderar un grupo porque, al manejar bien las emociones, sabrán también resolver problemas y mostrar empatía por sus compañeros.
Habilidades sociales. La capacidad de manejar las emociones aportan a los niños a su vez unas mayores habilidades sociales.
Personalidad afable. Los demás niños se sentirán atraídos por la personalidad de aquellos capaces de manejar bien las emociones, ya que suelen ser niños afables, tolerantes y solidarios con los demás.
Sin dificultad para relacionarse con los demás. Son niños a los que no les cuesta jugar con todos, integrase en el grupo, ofrecer propuestas y soluciones a los problemas. Por eso, no tienen ninguna dificultad en relacionarse con los demás niños.
Para mejorar todas estas habilidades en los niños y mejorar su inteligencia emocional, recuerda construir un ambiente de cercanía y escucha activa en casa, dejar que tu hijo participe, escucharle, trabajar las emociones mediante herramientas como los cuentos, las fábulas o las poesías... y sobre todo, enseñarle con tu propio ejemplo cuáles son las emociones básicas y cómo nos influyen a la hora de comportarnos de una u otra forma.

No hay comentarios:
Publicar un comentario